Clausura del seminario
Reseña de la clase impartida por Marie-Hélène Brousse
Olga Matarán
Reseña de la clase impartida por Marie-Héléne Brousse dentro del seminario sobre "La ciencia y la verdad" y "El triunfo de la religión".
Seminario del Campo Freudiano de Granada el 25 de mayo de 2019.
Clausura del seminario
Comienza MH diciendo que el número cuatro está en la estructura de ambos textos “Ciencia y verdad” y “El triunfo de la religión” y pone en relación las cuatro causas con los cuatro discursos.
En la causa eficiente (la magia) hay un no querer saber: el significante es igual al significante, supone por tanto un enganche sin discontinuidad de la realidad. Dice MH que el pensamiento mágico está al principio del mínimo efecto de mando.
En la causa final (la religión), hay una separación de tu propio acceso a la verdad, puesto que se le da a Dios ese cometido. Es el modelo a no seguir, porque pone a la verdad en posición de causa e impide contemplar el Sujeto.
En la causa formal (la ciencia) hay un no querer saber de lo real.
En el psicoanálisis (causa material), el significante está separado de su significación. El trabajo del analista tiene como fin acabar con la metáfora. En un análisis hay que hacer dos separaciones, por un lado hay que separar al Sujeto del individuo biológico, y por otro lado el Sujeto de la comprensión.
Nos indica MH que el psicoanálisis no constituye un humanismo, más bien hay una práctica un tanto inhumana en un análisis y ello lo pone en relación con las sesiones cortas (no se puede estar mucho tiempo en ese esfuerzo de reducción). La verdad, en esa operación de reducción se des-absolutiza.
Así mismo nos recuerda que la ciencia abre la cuestión de la división subjetiva, Descartes (pienso, luego existo). El psicoanálisis es hijo de la ciencia, pero parte no de la ciencia.
MH se pregunta: Cómo salir de la imputación que el Otro nos hace? Qué es lo mejor para la continuación del psicoanálisis? A lo cual responde que existen argumentos para sostener que el psicoanálisis es una ciencia, puesto que nos ocupamos del desecho de la misma, en una especie de reciclaje.
En la ciencia el saber se transmite, en el psicoanálisis también, pero se necesita la experiencia de un análisis.
En relación a los discursos hay cuatro verdades, cuatro versiones de la verdad. Cada discurso manda y el mando es un efecto de lugar.
El discurso analítico es excepcional, en tanto excluye la dominación y no es materia de enseñanza: como enseñar lo que no se puede enseñar? El discurso analítico no está orientado por lo universal, diremos que el psicoanálisis enfatiza lo imposible, que tiene que ver con lo real.
Lacan habla de la posición del científico y de lo real que hay en investigar. La angustia de los científicos tiene que ver con lo imposible, puesto que algo se les escapa y están empecinados en un saber que es pulsión de muerte. M.H compara la angustia de los científicos con el fenómeno contemporáneo de angustia generalizada.
Nos recuerda que toda la civilización tiene como base la pulsión de muerte o lo que es lo mismo: la raíz de la pulsión de saber es la pulsión de muerte. La extensión de lo real es lo que produce la ciencia, como contrapunto el psicoanálisis se hace cargo de lo que no anda bien. Sin perder de vista que, el porvenir del psicoanálisis, está en relación con el porvenir de la ciencia.
El fenómeno religioso se explica porque no se puede vivir sin sentido. Y, nos menciona MH la dificultad de las religiones de aceptar lo femenino como tal.
Para concluir MH nos dice que Lacan es, Lacan más la ciencia y la religión y que actualmente se están cumpliendo las predicciones que Lacan vislumbró sobre el auge de las religiones y el racismo.
Olga Matarán
